La fotografía como eje de la visita a esta bonita población de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas
En mi visita a la preciosa población de Cazorla, situada al pie de la sierra de Cazorla, he paseado por sus estrechas callejuelas, disfrutado de sus preciosos rincones y del tranquilo recorrido que hace el agua del río Cerezuelo a su paso por medio de la población.
A esta pequeña localidad, le fue otorgado el titulo de Ciudad en 1813 y actualmente cuenta con poco más de 7.000 habitantes.
"En esta fotografía del castillo de la Yedra y de la población de Cazorla, realizada a primera hora de la mañana, he podido captar las luces del final de la hora dorada"
Cuando paseas por el pueblo y observas los antiguos edificios y construcciones de antaño, te transportas a siglos pasados y revives por un momento, aquellos tiempos de reyes y princesas con sus castillos y sus mazmorras, sus guerras y sus treguas, el pueblo y sus artesanos, pudiendo llegar a percibir como se desarrollaba la vida en aquellas épocas pasadas y lo dura que podía llegar a ser en algunos momentos.
Con vestigios de presencia romana y sobre todo de la dominación musulmana, podemos abstraernos en la contemplación de sus antiguas construcciones con cientos de años de antigüedad y algunas incluso con miles.
Una de las construcciones más emblemáticas que podemos ver coronando la población a nuestra llegada, es el Castillo de la Yedra, construcción cristiana realizada sobre los restos de un castillo árabe de los siglos XI y XIII.
Este precioso y bien conservado castillo, aunque de pequeño tamaño, puedes sentir el encanto de las historias de caballeros y princesas que el imaginario romántico de las novelas de caballeros nos ha transmitido durante siglos y que el cine se ha encargado de plasmar en imágenes. Ficciones que a veces condicionan nuestra percepción de la realidad histórica, pero que por otro lado, nos permiten transportarnos fácilmente a la vida de aquella época.
"los colores ocres de las piedras de la muralla del castillo junto con los color primario amarillo de la hierba seca y del azul del cielo, se complementan con el resultado de la combinación de ambos, el color secundario verde de los árboles, creando una impactante combinación de colores"
Merece la pena subir por el sendero que asciende por la ladera de la colina y hacer la visita guiada que nos ofrecen en el castillo. Observar la población desde sus almenas, con sus casas blancas y los interminables campos de olivos verdes es todo un espectáculo.
El castillo alberga en su interior el Museo de Artes y Costumbres Populares del Alto Guadalquivir.
"gracias a contar con el archivo en RAW, realicé una reserva en esa zona y le bajé la luminosidad hasta el punto que nos permitiera visualizar a la perfección el exterior"
Paseando por el centro de la población, nos encontramos con la ruina de la Iglesia de Santa María, construcción renacentista del siglo XVI, la cual fue destruida durante la guerra de la independencia.
Actualmente solo queda una gran explanada con los restos del suelo de lo que antiguamente había sido el interior de la iglesia y en el fondo de la plaza podemos ver los restos las dos torres que tuvo, con bóveda vaída en la capilla de San Cristóbal y bóveda de casetones sobre el ábside y altar mayor.
Lo más sorprendente de este enclave es la construcción que hay debajo de la iglesia, la bóveda que permite al río Cerezuelo fluir por debajo de la iglesia y por el centro de la ciudad sin mayor problema. Es recomendable hacer la visita guiada que te mostrará tan impresionante obra de ingeniería antigua.
Cuenta la leyenda que en el ataque cristino a la fortaleza musulmana del castillo de la Yedra, el rey musulmán escondió a su hija, princesa mora, en una cueva cercana al castillo, tapiando la entrada para que no fuera descubierta. La fortificación fue tomada por los cristianos y su padre y todos los demás soldados fueron masacrados.
Permaneciendo la princesa en la húmeda cueva y a oscuras, nadie se percató de su presencia. En esas condiciones, tuvo que alimentarse de lo que encontraba a su alrededor en ese sombrío y oscuro lugar, lo cual, la llevó a que se transformara en un horrible ser, mitad serpiente, mitad mujer, nombrado como “La Tragantía” y que, según cuentan, solo salía las noches de San Juan, con su lamento:
Yo soy la tragantía
hija del rey moro,
quien me oiga cantar
no verá la luz del día
ni la noche de San Juan
Siguiendo con nuestro recorrido, salimos de la bóveda por la parte alta del cauce del río y se nos abre un fresco y luminoso enclave, con sus patos y sus aguas en movimiento.
Si lo deseamos, podemos seguir disfrutando de la rivera del río, pasando a la parte baja del río a su salida de la bóveda por el otro lado de la Plaza de Santa Maria. En esta parte, existe una bonita ruta para hacer a pie, bordeando el río hasta la salida de la población. Las sombras de los árboles y sus cristalinas aguas en movimiento, nos permiten relajarnos durante nuestro paseo y disfrutar de unas bonitas vistas.
"Para contar mejor la historia en esta fotografía, la he realizado en formato vertical, con el fin de incluir tres elementos importantes en la toma..."
Espero que la experiencia que describo a través de mis imágenes y textos, os ayude a conocer un poco mejor este paraje tan espectacular y os anime a visitarlo y a fotografiarlo con vuestro toque personal.
Si sientes pasión por la fotografía, no dudes en comentar tu visión y opinión sobre estas imágenes. Todos aprendemos cada día.
¿Habéis estado en Cazorla?
¿Os interesa visitarla?
Contadme vuestra experiencia en los comentarios.
Toni Fotògraf